En la imagen Elphaba, Glinda y el Dr. Dillamond, personajes del musical Wicked.

Wicked: ¿Un musical con un poderoso mensaje sobre la protección animal?

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La adaptación de Wicked ha conquistado los cines y las premiaciones, entreteniendo al público con sus visuales y las actuaciones de Ariana Grande y Cynthia Erivo. Esta nueva versión nos transporta a un mundo de fantasía y magia, con personajes fuertes que experimentan el amor y la amistad, a la vez que se adentra en un territorio profundo e inquietante: la opresión de los animales en la tierra de Oz.

Crédito de imágenes: Universal Pictures. 

Mediante una narrativa cargada de simbolismo, la obra traza un poderoso paralelismo entre la realidad de los animales en Oz y las problemáticas que enfrentan los animales no humanos en nuestro mundo, desafiándonos a cuestionar nuestras propias creencias y reconocer las injusticias que persisten, incluso en los lugares más mágicos. ¡Alerta de Spoilers!

5 datos sobre los animales en la película Wicked

1. Los animales tienen mucho que enseñarnos y merecen respeto

Wicked nos presenta una versión de Oz muy similar a la película de 1939, donde los animales –pensemos en el León Cobarde– pueden hablar. Los animales participan activamente en la sociedad; son maestros, científicos y clérigos. En los primeros momentos de la película, cuando Elphaba es lamentablemente rechazada por su familia debido a su apariencia verde, solo su niñera, una osa, está dispuesta a abrirle su corazón y mostrarle amor y afecto.

Cuando Elphaba comienza a estudiar magia en la Universidad de Shiz, el profesor de historia, Dr. Dillamond, una cabra, es una de las pocas personas que la trata con amabilidad. Aunque la novela es más explícita en este aspecto, Wicked, el musical, aún transmite con fuerza el mensaje de que los animales merecen ser respetados y que tienen mucho que enseñarnos.

2. La cosificación y el maltrato a los animales se ha normalizado

A medida que avanza la película, si bien los animales son capaces de hablar y contribuir a la sociedad, surge un movimiento para silenciarlos, ejemplificado cuando el profesor cabra, Dr. Dillamond, encuentra en su pizarra la frase "los animales deben ser vistos y no escuchados".

Posteriormente, es reemplazado por un profesor que promueve enjaular a los animales para evitar que hablen. Este giro narrativo nos confronta con la crueldad de tratar a seres sintientes, puedan hablar o no, como objetos, despojándolos de su voz y sus derechos, a pesar de sus evidentes capacidades y emociones.

3. Los animales no pertenecen a las jaulas

El Dr. Dillamond habla sobre el tráfico y el encierro de animales bajo el pretexto de protegerlos “por su propio bien”. Este escalofriante paralelismo con las prácticas del mundo real se refuerza con la impactante pregunta de Elphaba: 

¿Puedes imaginar un mundo donde los animales estén enjaulados?

El profesor que promueve enjaular a los animales lleva a la clase un cachorro en una jaula. Junto con su compañero de clase, Fiyero, Elphaba utiliza sus poderes para liberar al cachorro.

Esta transformación en la sociedad de Oz nos sigue retando a reflexionar sobre nuestra propia relación con los animales. En nuestro mundo, los animales no pueden hablar, pero la idea de enjaularlos es, tristemente, un concepto bastante normal, dada la explotación continua de animales enjaulados en atracciones de entretenimiento turístico y granjas industriales en la vida real.

4. Los monos usados para vigilancia: un reflejo de la explotación animal

Aunque Elphaba cree que el Mago de Oz podría ser la solución al problema y le dice que su "mayor deseo" es ayudar a los animales, pronto se da cuenta de que él está detrás de ese movimiento contra los animales. El Mago de Oz busca darles alas a los monos, no como un acto de liberación, sino para convertirlos en herramientas de vigilancia que reporten “actividades sediciosas de animales”. Su justificación, que esto es por la seguridad y el beneficio de todo Oz, resulta inquietantemente familiar, evocando paralelismos con los argumentos del mundo real utilizados para justificar prácticas poco éticas en contra de los animales en nombre del progreso.

Las acciones del Mago son un reflejo de la explotación sistemática de los animales para el beneficio humano, una práctica que lamentablemente persiste en nuestro mundo.

5. Juntos, podemos transformar el mundo para los animales

Elphaba emerge como una voz por los animales no humanos en un mundo cada vez más indiferente a su sufrimiento. En una discusión, Elphaba le dice a Fiyero: 

¿Crees que quiero preocuparme tanto? Mi vida sería más fácil si no me importara.

Un sentimiento con el que cualquiera que lucha contra una injusticia puede identificarse, en un mundo que a menudo se resiste a escuchar y mirar.

Wicked nos lleva a un viaje épico donde la valentía se alza como estandarte cuando se trata de defender lo que crees, incluso frente a la adversidad o la oposición. Elphaba es firme en su lucha por la justicia y proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos. Fiyero y Glinda, la mejor amiga de Elphaba, finalmente adoptan valores similares.

Todos tenemos el poder de cambiar el mundo

En un mundo dividido, la valentía de Elphaba nos recuerda que cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia y sumar a más personas a la lucha por la justicia y la compasión. Este mensaje trasciende las fronteras de Oz y nos invita a reflexionar sobre nuestro propio papel en el mundo real.

Al igual que Elphaba unió a seres diferentes en Oz, nosotros también podemos construir un mundo más compasivo y justo donde todos los animales sean valorados y respetados. 

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