Informe Mundial sobre el Metano en la COP30 advierte que el progreso no es suficiente
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El primer informe mundial sobre el estado del metano, presentado en la COP30, muestra que estamos lejos de cumplir el objetivo de reducir un 30% de las emisiones de metano para 2030.
El primer Informe Mundial sobre el Estado del Metano (GMSR, por sus siglas en inglés) se presentó en la COP30 durante la Reunión Ministerial del Compromiso Mundial sobre el Metano, a la que asistieron ministros de 159 países participantes y la Unión Europea.
El informe, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Coalición Clima y Aire Limpio, ofrece una visión global sobre el progreso en el Compromiso Mundial sobre el Metano, cuyo objetivo es reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030, en comparación con los niveles de 2020.
La nueva evaluación confirma que, si bien se han logrado algunos avances, el mundo aún no está en camino de cumplir el objetivo del compromiso para 2030.
Las emisiones de metano siguen siendo elevadas, y el informe destaca que aún existe un importante potencial de mitigación sin explotar en sectores clave, como los combustibles fósiles, los residuos y la agricultura.
La agricultura se identifica como una de las áreas más difíciles en donde lograr reducciones rápidas, debido a sus vínculos estructurales con la ganadería industrial, el estiércol y el cultivo de arroz.
Estos hallazgos refuerzan la preocupación de larga data de que el ritmo actual de cambio es demasiado lento para alcanzar los objetivos climáticos.
Acciones significativas contra la ganadería industrial
La continua dependencia de soluciones tecnológicas corre el riesgo de marginar los factores sistémicos que implican las emisiones de metano de la agricultura.
La producción animal intensiva contribuye de manera crucial a la emisión global de metano, pero sigue sin tener un abordaje adecuado en muchas estrategias nacionales de mitigación.
El anuncio de hoy muestra que las emisiones de metano continúan aumentando a un ritmo alarmante e insostenible, y no sorprende que esto se deba en gran medida a la producción animal intensiva.
El Compromiso continúa centrándose en soluciones tecnológicas ineficaces, como la cría selectiva y los aditivos para piensos, que no abordan en absoluto la ganadería industrial como la causa principal de las emisiones de metano.
Históricamente, las cifras de emisiones de metano han sido subestimadas, con el fin de mantener a los animales atrapados en condiciones de ganadería industrial, donde vacas, cerdos, pollos y otros animales son explotados con fines de lucro.Los gobiernos deben apoyar una transición justa que abandone la ganadería industrial —el modelo que alimenta las emisiones— hacia sistemas alimentarios humanos, equitativos y sostenibles. La mejor manera de reducir las emisiones de metano es disminuir el número de animales que sufren en las granjas industriales
La ganadería industrial está vinculada a desafíos globales más amplios
Trabajamos para transformar el sistema alimentario mundial poniendo fin a las granjas industriales y aumentando el apoyo a alternativas humanas y sostenibles.
Esta transición no solo es crucial para el clima, sino también para la biodiversidad, la protección del medio ambiente y el bienestar de los animales silvestres y de granja.
Construir un sistema alimentario que se aleje de la producción animal intensiva también aliviaría la presión sobre los ecosistemas, reduciría la demanda de conversión de tierras y ayudaría a proteger los hábitats de la fauna silvestre.
Estas conexiones demuestran que la lucha contra el metano está ligada a la mejora del bienestar animal y la protección de la naturaleza a nivel mundial.
¿Qué se necesita?
Instamos a los gobiernos a:
- Asegurar que las estrategias de reducción de metano tengan en cuenta la escala e intensidad de la producción ganadera.
- Apoyar una transición justa para los agricultores hacia sistemas alimentarios más humanos y sostenibles.
- Mejorar la transparencia y la precisión en la medición y reporte del metano.
- Alinear los objetivos de clima, biodiversidad y bienestar animal con las políticas agrícolas nacionales.
Seguiremos exigiendo un cambio de enfoque, pasando de soluciones tecnológicas a corto plazo, a una transformación profunda del sistema alimentario que reduzca el número de animales criados en condiciones industriales.
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