JBS: El costo oculto del imperio de la ganadería industrial
JBS, la mayor empresa procesadora de carne del mundo, encarna las peores prácticas de la ganadería industrial. La organización contribuye significativamente a la destrucción ambiental, el cambio climático y la crueldad hacia los animales. La visión de World Animal Protection es un mundo donde el respeto por los animales y la naturaleza defina un sistema alimentario sostenible, equitativo y resiliente.
¿Qué es la ganadería industrial?
La ganadería industrial, conocida como ganadería intensiva, es un sistema de producción animal basado en granjas de cría masiva y confinada de animales para maximizar la eficiencia y el rendimiento económico del negocio.
La ganadería industrial es un modelo donde los animales, como vacas, cerdos y pollos, son tratados como mercancías sin el más mínimo respeto ni cuidado, ignorando sus necesidades básicas y su bienestar. En este modelo, miles de animales están confinados en espacios reducidos donde no pueden moverse ni dormir cómodamente, y son sometidos a procesos mecanizados.
Las principales características de la ganadería intensiva incluyen:
El uso de grandes instalaciones y alta tecnología
Alimentación artificial (a menudo pienso y alimentos procesados)
Empleo de antibióticos para combatir enfermedades producidas por el propio hacinamiento y malos tratos.
Aplicación de hormonas para acelerar el crecimiento de los animales.
Ejemplos de ganadería intensiva abundan en países como Brasil, Estados Unidos y China, donde enormes granjas producen carne, leche y huevos a gran escala.
Las desventajas de la ganadería intensiva son numerosas:
Los problemas de la ganadería intensiva no solo afectan a los animales, sino también a las comunidades y al planeta. Comprender este sistema es clave para tomar decisiones informadas sobre el consumo de productos de origen animal y su impacto global.
Contaminación y maltrato animal en la ganadería industrial
La ganadería industrial y la contaminación son conceptos inseparables. Este modelo de granjas industriales es uno de los principales responsables del impacto ambiental en el planeta entero, ya que genera grandes cantidades de residuos, emite gases de efecto invernadero y contamina suelos y aguas por el uso excesivo de fertilizantes y antibióticos. Además, la demanda de recursos naturales, como agua y tierra, es desproporcionada en comparación con otros sistemas de producción.
La ganadería intensiva solo se ocupa de eficientar la producción de carne; ignorando por completo el bienestar animal. La crueldad y el maltrato animal son inherentes al modelo; los animales viven hacinados, privados de comportamientos naturales, sometidos a manipulación genética y a condiciones de estrés extremo. El sufrimiento físico y psicológico es una consecuencia directa de la búsqueda de productividad y rentabilidad. Estas prácticas no solo afectan a los animales, sino que también repercuten en la salud pública y la seguridad alimentaria.
La deforestación causada por la ganadería
La expansión de la ganadería y la deforestación ilegal están estrechamente vinculadas, en especial en regiones como la Amazonía brasileña, en donde grandes extensiones de bosque son arrasadas para sembrar pasto o cultivar soja, que, paradójicamente, se destina en gran parte a la alimentación de los propios animales de estas granjas industriales.
Esta destrucción masiva del ecosistema provoca la pérdida de biodiversidad, altera el ciclo del agua y contribuye al cambio climático.
El de JBS es un caso emblemático por ser la mayor empresa cárnica del mundo. Ha sido señalada en numerosas ocasiones por su relación con la deforestación en la Amazonía, el principal pulmón de América Latina. Diversos informes han demostrado cómo sus proveedores están implicados en la tala ilegal y el desplazamiento de comunidades indígenas.
JBS prioriza su rentabilidad por encima de la devastación ambiental
Cada producto relacionado con JBS tiene un costo ambiental oculto. A su trato inhumano hacia los animales sintientes, se le suma la inaceptable destrucción de ecosistemas vitales, como la selva amazónica, para el cultivo de alimentos para animales.
Solo JBS es responsable de emitir gases de efecto invernadero equivalentes anualmente a 13.9 millones de automóviles producto de la ganadería industrial y las cadenas de suministro de alimentos para animales. Sorprendentemente, las políticas de JBS permiten que la deforestación legal e ilegal en Brasil continúe hasta 2030 y en otros lugares hasta 2035, a pesar de sus falsas promesas de combatir el cambio climático.
JBS Food: Crueldad animal y prácticas inhumanas en la ganadería industrial
La producción animal intensiva de JBS Foods está arraigada en una crueldad sistémica hacia los animales. Millones de ellos, incluidos cerdos y pollos, son confinados cruelmente en jaulas, sobrealimentados y se les aplica antibióticos de manera sistemática para maximiar la producción. Estos animales capaces de soñar y jugar sufren en cambio estrés y sacrificios a gran escala.
Los productos cárnicos resultantes se envían alrededor del mundo, comúnmente sin marca, a millones de compradores desprevenidos, lo que dificulta que los mismos consumidores eviten condenar sus prácticas perjudiciales ¿Será que eres uno de ellos?
La empresa brasileña JBS intenta ocultar su crueldad y excesiva huella de carbono
Nuestra investigación con Repórter Brasil revela que el mayor productor de carne del mundo está vendiendo alimentos derivados de métodos industriales ilegales, inhumanos y devastadores para el clima.
Clasificando a los cinco gigantes de la ganadería industrial de acuerdo a la cantidad de emisiones nocivas liberadas
Nuestro ranking revela que la producción de carne de las cinco empresas más grandes del mundo es equivalente a 36.4 millones de automóviles en circulación. Este modelo de negocio se basa en la destrucción del hábitat natural para cultivar alimentos para animales e infligir sufrimiento a millones de ellos.
Las voces de los pequeños productos (los mismos que tienen la solución para sistemas alimentarios sostenibles) están siendo silenciados por lobbistas de la industria que priorizan la rentabilidad por encima del planeta
JBS: El rostro global de las granjas industriales
JBS es la mayor empresa de ganadería industrial del mundo. Probablemente nunca hayas oído mencionarla, sin embargo, esta debería ser sinónimo de daño ambiental, crueldad animal y prácticas antiéticas. Mientras afirman su compromiso para luchar contra el cambio climático y persiguen una expansión global, los datos indican que debemos actuar ahora.
El Consejo Nacional de Revisión Publicitaria de EE. UU. encontró culpable a JBS de hacer afirmaciones engañosas, incluyendo su promesa de alcanzar la carbono neutralidad para el 2040, lo que pone en duda sus tácticas de lavado verde.
La evidencia de los vínculos de JBS con la deforestación es asombrosa. A finales de 2022, la ONG Mighty Earth documentó 68 casos confirmados de esta práctica vinculados a la empresa.
Haz que JBS rinda cuentas
Los gobiernos tienen el poder de hacer la transición hacia un mejor sistema alimentario que priorice el bienestar animal, proteja a las comunidades y salvaguarde nuestro planeta. Al exponer las prácticas dañinas del Grupo JBS, podemos alejarnos de la ganadería industrial y avanzar hacia un futuro sostenible.
Lo que puedes hacer
Elige mejores opciones:Reduce o elimina de tu dieta la carne de granjas industriales. Opta por alternativas de origen vegetal o sostenible para que marques la diferencia desde tu plato.
Exige transparencia: Pregunta en tu supermercado o restaurante de dónde provienen sus productos cárnicos y si están vinculados a prácticas dañinas como las de JBS.
Impulsa la inversión ética: Únete a nosotros para instar a las entidades financieras a retirar su apoyo a JBS y redirigir sus inversiones hacia sistemas alimentarios más humanos y sostenibles.
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