
El lado oscuro de las plumas en la moda
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La industria de la moda sigue utilizando plumas de aves a un costo demasiado alto. Los animales sufren dolor y estrés, el impacto ambiental es altísimo y, además, la información al consumidor sobre el uso de plumas reales o sintéticas es poco transparente. No podemos mirar para otro lado. Sigue leyendo para conocer la verdad detrás de las plumas en la moda y cómo puedes ayudar a ponerle fin a esta crueldad.
Detrás de cada producto con plumas se esconde una cruda y triste realidad: sufrimiento animal, impacto ambiental y una industria que opera bajo el velo de la desinformación y el engaño. Tomando como base el informe de World Animal Protection “Las plumas son la nueva piel” exploremos juntos el verdadero costo de las plumas en la moda y por qué es urgente un cambio.
Las plumas provienen de avestruces y pavos reales
Aunque a menudo se asocian con el glamour, las plumas que vemos en vestidos y accesorios de alta costura provienen en su mayoría de avestruces y pavos reales. Estas aves son explotadas en granjas de cría de fauna silvestre, especialmente en Sudáfrica, Asia y Europa, donde se crían en condiciones artificiales para satisfacer la demanda del mercado de la moda.
El avestruz es la especie más utilizada para estos fines. Históricamente, estuvo en peligro de extinción debido al comercio de plumas y, aunque hoy se crían en cautiverio, el sufrimiento persiste. Los pavos reales y faisanes también son víctimas de esta industria; a menudo son capturados en la naturaleza o criados en condiciones precarias para obtener sus plumas decorativas.
No hay temporada de muda para los avestruces
A diferencia de otras aves, los avestruces no tienen una temporada de muda en la que pierdan sus plumas o el plumón de manera natural e indolora. Esto significa que los animales deben ser desplumados, muchas veces estando vivos, lo que supone un dolor intenso y altos niveles de estrés. Otras veces las aves son sacrificadas sin pudor solo para obtener sus plumas de colores. Ambas prácticas evidencian una crueldad animal evidente, en haras de mantener la muy lucrativa industria de la moda.
El desplumado vivo de aves sigue ocurriendo, a pesar de las leyes
Aunque el desplumado en vida es ilegal en la mayoría de los países, investigaciones encubiertas han demostrado que esta práctica sigue ocurriendo, sobre todo en Sudáfrica, el principal exportador mundial de plumas y plumón de avestruz. El procedimiento implica un sufrimiento animal extremo: se inmovilizan a los avestruces para arrancarles las plumas y el plumón, lo que les provoca heridas, estrés y, en muchos casos, la muerte prematura.
Crédito: Xeniia X/Shutterstock
Las aves sufren en confinamiento
Las condiciones de vida en las granjas de plumas son desoladoras y desconocen en absoluto la sintiencia de los animales. Las aves permanecen en espacios reducidos y privados de su hábitat natural, lo que les coarta la posibilidad de actuar de manera instintiva. Este confinamiento genera graves problemas psicológicos, manifestados en comportamientos repetitivos como morder el aire o roer las vallas. Además, muchas veces son testigos de la muerte de otros miembros de su especie, lo que aumenta su nivel de estrés y sufrimiento.
El proceso de sacrificio en las granjas de plumas es muy cruel. Antes de morir, se suele aturdir y desangrar a los avestruces mientras otras aves ven y escuchan lo que ocurre. Esto incrementa el miedo y el estrés en el grupo y es una práctica brutal que atenta contra el bienestar animal.
No hay refugio para las aves de granja
En países como Sudáfrica y Australia, no existen requisitos legales que obliguen a proporcionar refugio a los avestruces mayores de seis meses. Esto los deja expuestos a las inclemencias del clima, agravando aún más sus condiciones de vida y aumentando el riesgo de enfermedades y mortalidad.
Confusión y engaño al consumidor
Tal vez, la parte más alarmante de nuestro informe sobre las plumas sea el que muestra la falta de transparencia en la industria de las plumas.
Muchos consumidores compran productos que dicen tener plumas sintéticas cuando en realidad son auténticas. El informe documenta casos de prendas etiquetadas como “faux feathers” (plumas falsas) que, tras análisis, resultaron estar hechas con plumas de aves, perpetuando el engaño y dificultando que los consumidores tomen decisiones informadas.
Este tipo de etiquetado falso no solo es una violación a la confianza del consumidor, sino que también alimenta la demanda de plumas reales y, por ende, el sufrimiento animal. La falta de regulación y control facilita que las marcas sigan utilizando plumas bajo la apariencia de productos “éticos” o “sostenibles”.
Avestruz somalí macho extendiendo sus alas en el desierto, Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Crédito: Ishor gurung/Shutterstock
Impacto ambiental y riesgos para la salud
La obtención y procesamiento de plumas para la moda tiene consecuencias ambientales graves. En Sudáfrica, la expansión de las granjas de avestruces ha provocado la degradación del suelo y la deforestación, contribuyendo a la crisis climática. Además, el tratamiento de las plumas implica el uso de productos químicos peligrosos —como el formaldehído— y metales pesados que afectan tanto al medio ambiente como a la salud humana.
Por si todo esto no fuera suficiente, después del procesamiento químico, muchas plumas pierden su capacidad de biodegradarse, lo que agrava el problema de la contaminación por los residuos.
La industria de las plumas contribuye a la pérdida de biodiversidad y al riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas; más de 1300 especies de aves están amenazadas de extinción, y el comercio de plumas añade presión sobre estas poblaciones.
No todo está perdido: Campañas y avances recientes
A pesar de este panorama sombrío, existen avances significativos gracias al trabajo de organizaciones como World Animal Protection. En 2025, la Semana de la Moda Australiana prohibió el uso de pieles y plumas exóticas en sus desfiles, marcando un precedente en la industria. En 2024, la Semana de la Moda de Melbourne se convirtió en el primer evento global en prohibir el uso de plumas de aves silvestres, demostrando que es posible un cambio real y efectivo.
Por su parte, la Semana de la Moda de Copenhague se ha comprometido a eliminar el uso de pieles, y millones de ciudadanos europeos han apoyado iniciativas para una Europa libre de pieles y plumas. Varias marcas de moda han actualizado sus políticas para excluir productos derivados de animales salvajes, mostrando que la presión social y la concientización pueden transformar a la industria.
El continente americano también celebra un nuevo logro: Shein, el gigante de la moda rápida que pisó con fuerza el mercado latinoamericano, ya no permite la venta de artículos fabricados con pieles de animales silvestres ni plumas exóticas en su tienda online.
Campañas de moda sin vida silvestre
Desde hace años, organizaciones como World Animal Protection, PETA y la sociedad civil en general estamos participando en campañas en diversos países como el Reino Unido, Australia y España para prohibir el uso de plumas de aves silvestres en la moda, y promover alternativas éticas y sostenibles. Estas campañas buscan que tanto marcas como eventos de moda piensen alternativas a las plumas reales, como la impresión 3D, materiales reciclados y técnicas de bordado que no requieran insumos de origen animal.
Avestruces confinados y criados por sus plumas: la moda no justifica esta crueldad. Crédito: World Animal Protection / Jodie Grillmeier
Vida silvestre. No moda
Las Semanas de la Moda son eventos muy influyentes alrededor del mundo, capaces de marcar tendencias globales. Mientras las plumas de aves silvestres sigan apareciendo en las pasarelas, la demanda persistirá y millones de animales seguirán sufriendo. Las principales organizaciones detrás de estos eventos tienen la responsabilidad de reforzar su compromiso con una moda ética, eliminando por completo el uso de productos de origen animal en sus desfiles.
La industria de la moda puede y debe evolucionar. Las opciones libres de crueldad ya existen y son cada vez más sofisticadas. Por otro lado, es imperativo que se asuma el compromiso con la ética y la transparencia en la información de los materiales utilizados, para que, en definitiva, sea el consumidor quien elija de forma consciente y sin ser engañado.
¿Qué puedes hacer tú?
La moda siempre ha sido sinónimo de creatividad e innovación. Es hora de que también sea sinónimo de compasión y responsabilidad. Juntos podemos evitar que el sufrimiento de millones de aves siga oculto tras el brillo de la pasarela.
Es mucho lo que puedes hacer desde tu lugar:
- Infórmate y exige transparencia en el etiquetado de los productos que compras.
- Apoya a marcas y diseñadores que se comprometan con políticas libres de plumas y pieles.
- Comparte información y sensibiliza a tu entorno sobre el sufrimiento animal y los impactos ambientales de la industria de las plumas.
- Participa en campañas y firma peticiones para prohibir el uso de plumas y pieles en la moda.
- Elige alternativas a plumas reales que sean libres de crueldad. ¡Sé parte del cambio!
La industria de la moda puede evolucionar. Elige moda sin crueldad y sé parte del cambio. Suscríbete a nuestro boletín y comparte este mensaje.