Leones son sacrificados tras cierre de zoológico en Nueva Zelanda

Dos leones ancianos del Santuario de Vida Silvestre de Kamo, en Whangārei (Nueva Zelanda) fueron sacrificados después de que los propietarios anunciaran su cierre y determinaran que continuar con el cuido o la reubicación de los animales no era una opción viable.

Otros cinco leones permanecen en el recinto mientras continúan las conversaciones sobre una posible venta de la propiedad.
Su futuro es incierto, aunque el establecimiento privado ha señalado que espera poder evitar el mismo destino si un nuevo propietario puede ofrecerles atención especializada de por vida.

La desgarradora realidad del cautiverio

El sacrificio de estos leones ha despertado interés y preocupación pública al evidenciar las difíciles, y a menudo ocultas, realidades que enfrentan los animales en cautiverio con fines de entretenimiento.

Cuando los animales silvestres avanzan en edad mientras están confinados, las opciones de retiro idóneas son limitadas. Muchas instalaciones no están equipadas para proporcionar cuidados de por vida, y una reubicación segura se vuelve cada vez más compleja a medida que los animales envejecen y requieren atención médica especializada.

Esta trágica situación demuestra que no existe un verdadero retiro para la fauna silvestre criada y mantenida en cautiverio, que es destinada para experiencias con turistas. Una vez que se cierran las puertas o disminuye el financiamiento, los animales que no pueden ser liberados en la naturaleza quedan vulnerables.

Un modelo que no resiste el paso del tiempo

Los animales silvestres, como los leones, no están adaptados para la vida en cautiverio. En la naturaleza, los leones recorren vastos territorios, forman manadas y desarrollan comportamientos complejos.

En cautiverio, su espacio, sus oportunidades sociales y su estimulación se ven restringidas, lo que a menudo conduce a frustración, problemas de salud y una vida muy alejada de su existencia natural.

Se espera que los leones en cautiverio sean dóciles, incluso a veces juguetones, y sólo cuando actúan con sus instintos naturales las personas recuerdan que son animales salvajes.

El confinamiento no es vida para un animal silvestre. Necesitamos poner fin a la cría y posesión de animales salvajes con fines de entretenimiento, y avanzar hacia sistemas que protejan genuinamente su bienestar.

Los turistas pueden desempeñar un papel importante en este cambio al apoyar esfuerzos que fomenten un turismo responsable y la observación de la vida silvestre sin explotarla.

Nuestro constante esfuerzo por proteger a la fauna silvestre

Hacemos un llamado para poner fin al entretenimiento con animales silvestres en cautiverio a nivel mundial. Seguimos trabajando con gobiernos y socios para fortalecer las políticas, acabar con la cría comercial de especies silvestres y apoyar santuarios enfocados únicamente en el bienestar animal, en lugar de interactuar con el público.

Existe un creciente apoyo público para este cambio. Cada vez más personas entienden que los animales silvestres son seres sintientes que pertenecen a la naturaleza y no a un espacio confinado para  ser presentados en espectáculos o tomarles fotografías.

Un cambio necesario

Para evitar que se repitan situaciones como esta, hacemos un llamado para:

• Poner fin a la cría de animales silvestres en cautiverio con fines de entretenimiento o turismo.
• Fortalecer las medidas de protección nacionales para la fauna silvestre en posesión de colecciones privadas.
• Aumentar la inversión en santuarios reales, enfocados en el bienestar animal y no en la experiencia de los visitantes.

La pérdida de estos leones es devastadora. Aunque los cinco restantes aún podrían tener un futuro si se garantiza atención en el santuario bajo una nueva administración. Esta situación es otro ejemplo que demuestra que mantener fauna silvestre para entretenimiento no es ni ético ni sostenible.

Todos los animales merecen una vida que respete su naturaleza. Para honrarlos, debemos asegurarnos de que ninguno más sea confinado en un sistema que no pueda brindarles una vida digna.