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Animales que no sabías que sufren en granjas y cautiverio

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A diario, millones de animales —incluidos patos, gansos, conejos, pavos y pulpos, además de otros menos conocidos como avestruces, osos negros asiáticos, elefantes, leones y tigres— enfrentan condiciones crueles que les impiden gozar del bienestar y la vida digna que merecen.

El sufrimiento animal en granjas industriales y en sistemas de cautiverio va mucho más allá de las especies que solemos imaginar, como vacas, pollos o cerdos.  Descubre datos preocupantes sobre la crueldad animal y cómo ayudar para minimizar este impacto. 

Animales en granjas industriales: el sufrimiento que no ves

El bienestar animal en las granjas industriales es lo último que importa. En general, someten a diferentes especies a situaciones extremas de estrés, hacinamiento y privación de sus comportamientos naturales. La producción animal intensiva es un problema de gran escala que te invitamos a conocer más de cerca. 

Patos: tortura silenciosa

Crédito: World Animal Protection

El sufrimiento de los patos en granjas industriales es atroz. Aunque son animales que necesitan nadar y bañarse para su bienestar, aquí son privados del agua y obligados a vivir en superficies duras que dañan sus huesos huecos y les causan fracturas y dolor. 

Muchos patos también se crían por su carne y para producir foie gras, un paté costoso y muy cotizado en el mercado; para obtenerlo, alimentan a los patos a la fuerza a través de tubos para que sus hígados se expandan diez veces su tamaño natural.

Los patos en granjas industriales también sufren cortes de los picos para que no se agredan entre sí. 

Gansos hacinados y sin luz

Los gansos nadan en un estanque, en las afueras de Mandalay, Myanmar (Birmania).Crédito: World Animal Protection/Minzayar

Las condiciones de los gansos en granjas industriales son muy similares a la de los patos. Suelen vivir confinados, en terrenos inadecuados, sin luz natural y con una higiene deficiente

Solo en China, se crían más de 600 millones de gansos para suministrar el 80% del mercado mundial de huevos, carne y, tal vez, las plumas de tu ropa de invierno o de tu almohada. 

En su hábitat natural, los gansos se reproducen una vez al año cuando el cambio de estación indica que habrá abundante comida y temperaturas cálidas para que los pichones sobrevivan. En los sistemas intensivos se utiliza luz artificial para engañar a los cerebros de las aves. En la naturaleza, un ganso puede vivir más de 20 años, pero en las granjas los sacrifican entre las 10 y las 24 semanas de edad.

Conejos: una cría cruel

Crédito: World Animal Protection

La crueldad en la cría de conejos para comerciar con su carne y su piel está a la orden del día. Las condiciones de vida de estos conejos son nefastas: viven hacinados en pequeñas jaulas donde no pueden moverse con libertad ni expresar comportamientos naturales como cavar o buscar comida. Esto provoca huesos débiles, lesiones y mala salud mental por falta de ejercicio. Antes de sacrificarlos, se les somete a una descarga eléctrica para aturdirlos, lo que les causa mucho estrés. Los conejos, que en libertad son activos y silenciosos, emiten chillidos desesperados ante el maltrato.

La alta mortalidad en ejemplares jóvenes y la alta incidencia de enfermedades son comunes en la producción intensiva de conejos, lo que lleva al uso excesivo de antibióticos, a los que estos animales se vuelven resistentes. 

El crecimiento forzado de los pavos

Crédito: World Animal Protection

Los pavos en su hábitat natural son animales sorprendentes. Pero los pavos que se crían en granjas intensivas tienen otra historia: buscando que crezcan rápidamente y alcancen el peso de mercado en pocas semanas, se los somete a condiciones estresantes y contrarias a su naturaleza. Esta selección genética extrema les provoca malformaciones, piel desgarrada, problemas respiratorios y estrés, lo que deriva en una reducción drástica de su esperanza de vida. Además, por lo general, la higiene en estas granjas es deficiente, lo que genera afecciones graves y mortalidad temprana. 

Salmones, pulpos y otros animales marinos

Crédito: Getty Images

A veces olvidamos que los peces son seres sintientes que sufren cuando no se respetan sus necesidades ambientales.

La acuicultura es una de las industrias alimentarias de más rápido crecimiento a nivel mundial: más de 550 especies acuáticas se crían en cautiverio para ser usadas como alimento. Se sabe que la piscicultura intensiva causa contaminación por nitrógeno, fósforo y desinfectantes, pérdida del hábitat natural y transmisión de enfermedades a los animales silvestres. 

En el caso del cultivo de salmón, el bienestar animal es un concepto incompatible. Existe hacinamiento, mala alimentación y enfermedades que causan estrés, inmunodepresión y elevada mortalidad. El salmón y la trucha son especies piscívoras (comen otros peces), lo que significa que las granjas necesitan grandes cantidades de pescado para alimentarlas. 

Otro caso preocupante es el del pulpo: Su cría masiva en cautiverio se da en lugares como el Mediterráneo y Asia, en España se han creado granjas experimentales que muchos hemos denunciado. La cría de pulpos es muy cruel, ya que estos animales requieren entornos estimulantes y dinámicos para su salud y bienestar. En una de las granjas de pulpos más importantes de la actualidad, la tasa de supervivencia de los pulpos es apenas del 60%.

Otras especies que sufren en granjas industriales o en cautiverio forzado

El sufrimiento animal no solo se limita a especies típicas; también incluye otras menos visibles pero igualmente graves.

Explotación de burros en turismo y transporte

Protección Animal Mundial en el condado de Kajiado, la imagen muestra a un burro con silla de montar bebiendo agua.Crédito: World Animal Protection / Georgina Goodwin

Debido a su alta resistencia, muchos burros son obligados a trabajos forzados durante jornadas muy largas. 

Sobran los ejemplos: En México se utilizan en espectáculos donde arrastran carretas llenas de personas; en el sur de España los usan como taxis, y en la isla de Santorini, los burros deben trasladar a turistas y equipajes, sin el agua, el alimento ni el descanso suficiente para mantenerlos saludables. Lesiones y agotamiento extremo, pueden llevarlos a una muerte lenta y dolorosa. 

Cría de avestruces para carne, plumas y cuero

Crédito: Johan Swanepoel/Shutterstock

La cría de avestruces para carne, cuero y plumas implica tasas de crecimiento antinaturales, confinamiento y separación prematura de sus madres. Aunque en las granjas se intente simular las condiciones naturales de su hábitat, el objetivo comercial predomina, y muchos avestruces son sacrificados jóvenes, sin considerar sus necesidades y bienestar.

Osos negros asiáticos y extracción de bilis

Crédito: World Animal Protection

Uno de los casos más atroces de cautiverio es el de los osos negros asiáticos. Estos animales son mantenidos en jaulas diminutas, inmóviles durante décadas, con el único fin de extraerles bilis en procedimientos dolorosos y repetitivos. La bilis de oso se usa en la medicina tradicional china por sus supuestos poderes curativos. Muchos osos padecen infecciones, tumores, malformaciones y estrés extremo, llegando incluso a autolesionarse o morir por el sufrimiento infligido.

En World Animal Protection trabajamos de forma incansable para detener esta práctica.

Leones en cautiverio para turismo y caza enlatada

Crédito: World Animal Protection

Los leones son criados de forma cruel y antinatural para comerciar subproductos utilizados en la medicina tradicional china. Pero, la caza enlatada quizás sea la práctica más absurda e inhumana que padecen estos animales. En Sudáfrica y otros países, miles de leones son confinados en terrenos delimitados con el único propósito de que sean cazados por turistas. Ya sabemos cuál será su destino final: un trofeo de caza simulada y una vida previa de dolor, sufrimiento, pérdida del hábitat y del comportamiento natural de estos animales silvestres. Hay más leones en cautiverio para explotación turística que en libertad en países como Sudáfrica.

Tigres en cautiverio: explotación turística 

Crédito: World Animal Protection

Los tigres también son presas de la explotación turística, maltrato, tráfico ilegal y cría en granjas, sobre todo en Asia. Muchos ejemplares son encadenados, expuestos a condiciones extremas y forzados a interactuar con turistas. Otros tienen garantizada una vida corta y llena de sufrimiento antes de ser asesinados para la venta por partes como subproductos. La existencia de miles de tigres en granjas asiáticas alimenta el tráfico ilegal y complica los esfuerzos de conservación.

¿Cómo ayudar a los animales en granjas y cautiverio?

El cambio depende de todos y es mucho lo que puedes hacer para marcar la diferencia en la vida estos animales:

Para finalizar, apoya campañas de bienestar animal y conservación como las de World Animal Protection. Súmate a nuestra misión suscribiéndote a nuestro boletín y donando para poner fin al sufrimiento de millones de animales en el mundo.

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